Este artículo es un “guest post” escrito por Álvaro París, Secretario Académico de la Décima Edición del Modelo de Naciones Unidas del Instituto Educacional Juan XXIII (MONUJ23), uno de los primeros modelos colegiales en Venezuela.
La política exterior de un Estado es, para algunos, una barrera para ganar Mejor Delegación. Pero, para los más inteligentes, la política exterior es una de las principales vías que, junto a la diplomacia, la oratoria, el liderazgo y la academia, llevan a las personas a ganar en los Modelos de Naciones Unidas. La política exterior representa, sencillamente, los intereses de una nación para con la comunidad internacional, en conjunto a las acciones que realiza públicamente y las soluciones que plantea a problemáticas diversas. Siempre se basa en la política interior de su mismo gobierno, buscando mantener las alianzas pertinentes con otros Estados. Una vez definido básicamente qué es la política exterior, es realmente importante explicar cómo manejarla.
Entre restricciones, libertades y flexibilidades
La Política Exterior tiene sus restricciones, y no puedes pasar sobre ellas. Si tu Estado no es firmante de un pacto o tratado, no puedes hablar de las disposiciones presentes en él a menos que haya otras declaraciones de tu gobierno u otros tratados que tu país haya ratificado que estén a favor de dichos documentos. Por ejemplo, ser Pakistán ante la Primera Comisión de Desarme y Seguridad Internacional es un ejemplo claro de las prohibiciones que tiene la política exterior: Pakistán no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear, por lo que no puede hablar de desarme nuclear.
Sin embargo, la Política Exterior tiene libertades y flexibilidades, pues como constantemente dice el Moderador de mi Delegación, Luis Linares, la política exterior es como un bambú. Se puede flexionar pero no romperse. En el caso presentado de Pakistán, por ejemplo, este país no puede hablar totalmente del desarme, pero puede hablar de regulaciones y transparencias en el tráfico de armas.
También es importante que, a la hora de representar un país, recuerdes tanto las alianzas naturales que tiene con otras naciones como las enemistades que posee con distintos Estados. Si la posición de dos Estados es la misma en una temática a debatir, pero ambos tienen tensiones diplomáticas, es obligación de los delegados decidir si cooperarán juntos en un Proyecto de Resolución o no. En dicho caso, pueden decidir plantear puntos semejantes pero en bloques distintos, o participar en el mismo bloque pero recordando que es sólo por un interés de ambas naciones.
Otro factor pertinente a la hora de hablar de la Política Exterior es que, cuando una nación tiene relaciones diplomáticas con otra, pero hay rumores de que está apoyando a un Estado cuya posición es contraria a la segunda, el delegado de la primera nación debe decidir qué hacer: apoyar sólo a un Estado o, inteligentemente, apoyar indirectamente a una sin retirar apoyo a la otra. Por ejemplo, recientemente mi co-Delegada Ainara Izaguirre y yo estuvimos representando a Pakistán en la Primera Comisión de Desarme y Seguridad Internacional de la ONU, donde se debatió hasta cierto punto la situación en Siria. En vista de que por los rumores de que Pakistán tiene un programa nuclear con Siria, Pakistán posee tensiones con Estados Unidos, mi co-Delegada y yo tuvimos que hablar a favor de tomar acciones para mejorar la seguridad y regular el tráfico ilícito de armas en los Estados miembros de la ONU sin hablar directamente de que las tomara el gobierno de Siria. Así Estados Unidos podría aceptar dichas medidas por sus propios intereses.
Aunque la Política Exterior y las alianzas no son primordiales a la hora de votar por cuestiones como los caucus moderados y no-moderados, el voto en estos elementos debe ser cuidado. Si una nación propone un caucus y un Estado que está en conflicto con dicha nación vota a favor del caucus, debe suponerse que es porque desea debatir la temática propuesta, y no porque esté a favor del punto de vista de la nación en el tema que debatirán. Siempre se ve bien cuando naciones aliadas se ceden el tiempo entre ellas, secundan sus caucus y apoyan sus resoluciones, pero cuando dos naciones en conflicto sólo discuten entre ellas sin darse cuenta, están dándole protagonismo a quien consideran su enemigo.
Cuando tu país es neutral o no hay información sobre su posición
Si el país que representas es neutral, debes buscar acciones específicas que puedan ayudar a ambas partes en conflicto o a los diversos bloques presentes. Si la separación de los bloques de países es muy amplia, debes ayudar a ambos bloques a considerar tus soluciones. Si vas con co-Delegado, colóquense uno en cada bloque. Si varios países hacen de una solución neutral una solución en posición hacia un bando en particular, a la hora de votar, es deber de un país neutral abstenerse (u oponerse a las soluciones de ambos bloques).
Cuando un país tiene poca presencia respecto a un tema de carácter internacional, es todo un reto estudiar su Política Exterior y poder manejarla en el debate. En estos casos, es muy importante que uses todos tus conocimientos de investigación (En inglés, research) para conocer puntos importantes que pueden ayudarte a afianzar una posición específica. Ahora, si es muy difícil conseguir información de tu país respecto a una temática, debes estudiar las acciones internas que ha tomado tu país para poder tomar una decisión al respecto, en base a pactos y tratados que haya firmado o ratificado, o si es necesario, sencillamente ser neutral.
Si tu Política Exterior es igual a las demás, o si es distinta a la de muchos
En el caso de que la posición del país que representas es la misma que la de la mayoría de las delegaciones presentes, debes aprovechar tus conocimientos de liderazgo y negociación para actuar como líder de todas esas delegaciones. También es pertinente que redactes la resolución o el documento que emane de tu comité con el apoyo de los diversos Estados que mantengan una política exterior semejante, ayudándolos siempre a mejorar los argumentos de sus soluciones y nunca trabajando solo.
Cuando la política exterior que representas es radical o diferente a la de la mayoría de las delegaciones, no debes preocuparte. Aprovecha y critica las medidas que presentan las delegaciones distintas a ti; esto te hace necesario en el debate.
Una vez tuve la oportunidad de representar a España en la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, y me arriesgué a presentar la despenalización de las drogas como una solución, aún cuando la mayoría de las delegaciones estaba en contra de lo mismo. La solución logró ser votada a favor en vista de que se mostraba como una recomendación a los gobiernos, y no necesariamente debían tomarla en cuenta. Además, argumenté a favor dando diversos factores positivos presentes en la despenalización de las sustancias sicotrópicas, aún cuando personalmente no apruebo dicha acción. No debes dejar que tu posición sea causante de un estancamiento en el debate. Siempre procura mejorar las propuestas de los demás, reformulándolas según el punto de vista de tu país.
La Política Exterior: partícipe directa de las soluciones a presentar
Las soluciones a presentar en un debate deben ser de acuerdo a la Política Exterior del país, ya sea en relación a resoluciones, tratados o protocolos de los que forme parte, o disposiciones presentes en su reglamento interno. Una nación no puede abogar a favor de los derechos civiles y políticos en base al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos si no lo firmó ni ratificó. Sin embargo, si hay varios derechos políticos y civiles presentes en su Constitución, puede hablar en base su legislación nacional. Además, las soluciones no deben estar por encima de la situación interna de un país, es decir, la Política Externa y la política interna deben relacionarse totalmente.
Cuando la posición de tu país difiere de la tuya
Si representas una posición que realmente no apoyas, tómalo como un reto, pues es una excelente oportunidad para conocer un punto de vista distinto al tuyo. Además, viendo cómo argumentan quienes difieren de ti en cuanto a política personal, podrás refutar mejor aquello de lo que no estás de acuerdo. Recuerda además que el hecho de que la nación que representas tenga un conflicto con otra no quiere decir que fuera de las sesiones, en los momentos informales, ambas delegaciones y sus representantes deban llevarse mal. ¡Antes de la competitividad, es mejor la cooperación y la amistad!
No queda más que esperar que este artículo pueda ayudarte a salir adelante y obtener el premio de la Mejor Delegación. Recuerda que la Política Exterior es sólo uno de los puntos que se necesitas investigar para ganar cualquier galardón. No hay secretos para el éxito; éste se alcanza preparándose, trabajando arduamente y aprendiendo del fracaso.